Desarrollan nuevos compuestos de yeso que incorporan
desechos de plásticos de cables.
Además de contribuir a la economía circular con la reutilización de estos residuos, las propiedades de estos compuestos mejoran la situación de los edificios frente a la acción externa del agua.
Un equipo de investigadoras que
trabajan en la aplicación de criterios de economía circular en el sector de la
construcción, está utilizando residuos plásticos de cables como materia
prima secundaria en paneles y placas de yeso como una nueva opción a
los productos de yeso ya existentes. Con ello, no solo se consigue minimizar la
cantidad de este tipo de residuos depositados en vertederos, sino que también
disminuye el uso de los recursos naturales −piedra de aljez y agua− durante la
fabricación de estos productos. Las investigadoras, que realizan su trabajo en
la Escuela Técnica Superior de Edificación de la Universidad
Politécnica de Madrid, también han analizado las propiedades de estos nuevos
materiales frente a acciones externas muy comunes en nuestros edificios. Los
resultados obtenidos señalan que los compuestos de yeso a partir de residuos
plásticos de cables ayudan a proteger los edificios frente al agua.
No cabe duda de que uno de los
residuos que más preocupa en la actualidad es el plástico. Los plásticos están
presentes en todos los ámbitos de nuestra vida y el sector de la construcción
no es una excepción. Sus características de diversidad, ligereza y/o bajo
precio, junto con propiedades de resistencia a corrosión, aislamiento térmico,
eléctrico o acústico, impermeabilidad o escaso mantenimiento, lo convierten en
un material imprescindible en dicho sector. Según los indicadores de la
asociación de fabricantes de plásticos europeos PlasticsEurope, más
de un 20% del plástico fabricado se destina al sector de la construcción,
lo que supone unos 10 millones de toneladas al año que finalmente llegarán a
ser residuo. Aunque es cierto que en la actualidad existen numerosos métodos y
técnicas para el reciclado de plásticos, generalmente la falta de homogeneidad,
es decir, la gran variedad de tipos de plásticos existentes en el mercado, da
lugar a complicaciones en cualquiera de estos procesos de transformación.
Precisamente, un ejemplo concreto de este hecho se presenta en el reciclaje de
cables eléctricos donde el metal es recuperado completamente mientras que el
residuo plástico es enviado a vertedero o a un gestor autorizado para su
incineración.
En un primer estudio,
las investigadoras han verificado la posibilidad de la utilización de los
residuos plásticos de cables como agregados en yesos, sin que sea necesario un
tratamiento previo al residuo después de su recogida en la empresa de reciclaje
de cables. Se han conseguido diseñar y fabricar paneles y placas con una mayor
dureza superficial y una mayor elasticidad, lo que supone una mejora en cuanto
a la aparición de fisuras, y con unas resistencias mecánicas ajustadas a
normativa, lo que posibilita su uso en construcción. Además han comprobado la
viabilidad de fabricación de paneles y placas, económicamente hablando, tanto
para las empresas de producción de este tipo de productos, como para las
empresas de reciclaje de cables. Como señala Alejandra Vidales,
investigadora principal “con la incorporación del residuo plástico de
cables se consigue disminuir entre un 25-30% la utilización de los
recursos naturales: piedra de aljez y agua. Las empresas de reciclaje de
cables generan residuo plástico de cables suficiente para abastecer a las
empresas de fabricación de prefabricados de yeso, pudiéndose conseguir la
minimización de este residuo al 100%”.
En un segundo estudio han
analizado las propiedades de los compuestos frente a acciones externas muy
comunes en nuestros edificios: el agua, el fuego y el calor. Se ha observado
que la capacidad de absorción de agua disminuye significativamente,
como consecuencia de la contribución impermeabilizante del residuo plástico y
de la menor cantidad de poros existentes en su composición, pero que se
conserva la propiedad higrotérmica tan característica de los yesos. Por su
parte, la incombustibilidad del yeso también contribuye a la mejora del
comportamiento de los residuos plásticos frente al fuego, proporcionándoles,
durante un tiempo, un mecanismo físico de protección. El recubrimiento
constituye una barrera física al paso de calor y/o sustancias volátiles. Las
propiedades térmicas también se mejoran ligeramente, lo que supone una
contribución a una menor demanda energética respecto al material tradicional.
Los compuestos también han presentado un buen confort superficial, lo que
conlleva menos frío en su cara externa y, por ello, una disminución en la
aparición de condensaciones, así como una mejora en la adherencia al soporte
debido a la mayor rugosidad de dicha cara exterior.
Tras la realización de ensayos
mineralógicos, mecánicos, químicos y físicos, y el estudio del impacto
ambiental, los resultados obtenidos demuestran la viabilidad e interés
del material de yeso con residuo plástico de cables para la
fabricación de elementos de construcción que estén más expuestos al agua, como
plantas sótanos, plantas bajas sobre soleras o paredes interiores con huecos.
“Esto confirma que, aplicando criterios de sostenibilidad y economía circular,
se puede contribuir al desarrollo sostenible desde la construcción”, concluye
Alejandra Vidales.